
miércoles, 21 de diciembre de 2011
martes, 13 de diciembre de 2011
TE VAS

jueves, 13 de octubre de 2011
Andrés y el amor
miércoles, 27 de julio de 2011
Un Castillo Encantado en la Bifurcación

viernes, 15 de julio de 2011
Solo te puedo decir lo siento

Cometí errores y de verdad lo siento, quisiera volver el tiempo atrás y cambiar esas cosas que te hicieron sangrar. Me encantaría poder hacer el dolor se vaya, el tuyo y el mío, pero no puedo… Al menos, no de golpe.
¿Cómo es qué paso esto? Ayer estaba todo bien, y ahora por una estupidez siento que el fin del mundo por fin llego. No sé si alguna vez comprenderás todo el amor que siento por ti, como no hay un segundo que no piense en ti, como cada error se clava en mi corazón y no me deja dormir. Lo eres todo desde que te conocí, no te cambiaría por nada y no te quiero perder.
Lo peor de esta situación es que no hay nada que te pueda decir, nada que te pueda reprochar. En este último tiempo los errores los cometí yo, me centre solo en mí y me olvide de ti. Me olvide de tus problemas, de preguntarte si estabas bien, de averiguar si necesitabas un beso y un abrazo.
La cague. Lo sé, quiero arreglarlo, recompensarte por el mal rato. Me preguntaste sí había algo de ti que me molestará, algo que hicieras mal ¿Cómo puedo responder a eso? No haces nada mal, estas para mi cuando te necesito, cuando quiero golpear a alguien, para cargar con mis problemas, para hacerme sonreír, para cuidarme. Estas siempre, ¿cómo es posible que encuentre algo mal en ti?
Ahora lo único que sé es que estoy sola en la cama, llorando como una desgraciada, pensando en todas las palabras que me dijiste recién por teléfono y entendiendo mis errores.
Te amo, más que a mi vida. Jamás pensé que algo como esto me pasaría, que sentiría algo tan fuerte por alguien tan diferente a mí. Pero paso, y no es algo que quiera borrar o sacar de mí, quiero seguir sintiéndolo, quiero arreglar las cosas y que no te apartes de mí. Nunca, jamás. Te ataría si fuera necesario, pero sí yo no soy lo que necesitas no puedo hacer nada.
Quiero que seas feliz, que vivas la vida que quieres, que estés con alguien perfecto para ti y no defectuoso como yo. La relación se hace de a dos, y sí no estas feliz con esto no te puedo obligar a nada. Solo quiero que sepas que lo siento desde lo más profundo de mi alma, que te amo como jamás ame a nadie y que eres el amor de mi vida.
Te amo muchísimo y lo siento mucho más, es todo lo que puedo decir. Y, si me das otra oportunidad, juro cambiar y ser la persona que necesitas que este a tu lado.
Código: 1107159684552
domingo, 3 de julio de 2011
Pudimos Haberlo Tenido Todo

miércoles, 29 de junio de 2011
Jesus & Judas

No hay una razón lógica para que nosotros en estos momentos no estemos juntos, amor. Pero, lastimosamente, hay muchos otros factores que nos separan.
domingo, 5 de junio de 2011
No importa

lunes, 30 de mayo de 2011
Complemento.

martes, 17 de mayo de 2011
Noche de Sabado.

domingo, 15 de mayo de 2011
Días

Pasado, Sebastián un año antes de entrar al psiquiátrico.
Código: 1105169227325
LuchyFranco
viernes, 13 de mayo de 2011
miércoles, 11 de mayo de 2011
Tiempos.

viernes, 29 de abril de 2011
Siempre estarás ahí.

Donde quieras que vayas,
Donde quieras que te encuentres
Quiero que sepas que siempre estaré ahí,
A tu lado para hacerte feliz.
Pueden pasar días, años y quizás décadas.
Pueden pasar cosas, demasiadas.
Puede que no nos vemos más,
Pero siempre tendrás un lugar en mi corazón.
Hay cosas que el tiempo no puede cambiar,
Hay cosas que las bombas no pueden destruir,
Hay muchas cosas que pasan,
Demasiadas, y todas te tengo presente por siempre.
Cambian los lugares, las personas,
Cambian los sentimientos, la vida…
Pero las memorias siempre serán parte de nosotros,
Mañana y ayer, jamás se borran de nuestra mente.
Siempre serás una parte de mí,
No importa donde vayas,
No importa donde yo este,
No importará nada, sí en tu corazón siempre estoy yo.
Código: 1104309095282
Luchy Franco
miércoles, 27 de abril de 2011
Duele

martes, 19 de abril de 2011
Noches
jueves, 14 de abril de 2011
Wherever You Go

Donde sea que tu vayasa, donde las olas no te alcancen y las lluvias escasean.
Donde sea que tu te escondas, corras y duermas, allí estaré sí me quieres a tu lado.
Por siempre y, quizás, también para siempre. Podré seguir tu ritmo como sea, no importan los obstaculos que pongas en el camino, ni con cuantas piedras tropiece...
...Yo te seguiré a donde sea, cuando sea y como sea. Luchy Franco.
martes, 12 de abril de 2011
Juego de Azar

Te duele, el silencio de los sentimientos a las altas horas de la noche. Te arrepientes de las noches en vela bajo sus sabanas.
Aún así, no dejas de seguirle el paso, aunque ahora solo sea una imagen borrosa, indefinida a la distancia. Incluso podría ser cualquier otra persona, no puedes asegurarlo. Pero crees saber quien es, crees que lo puedes reconocer en cualquier lado y situación. Sabes quien es.
Aunque la oscuridad haya invadido las calles, aunque la lluvia te haga temblar de frío y aunque el viento te arrastre sin un destino, no quieres irte de allí. Deseas, pides al cielo, ruegas al mundo, que él se apiade de tí y vaya a por ti como siempre lo había hecho. Suplicas y hasta te humillas, pero él no vuelve... Y muy dentro tuyo, entiendes que jamás volverá.
Derrotada, dando lastima por las calles que alguna vez fueron iluminadas por tu luz, te quedas allí aovillada, queriendo que la tierra te trague o que el cielo te pida en prestamo por un tiempo. Crees que no sientes nada, pero lo cierto es que el dolor se ha hecho tan grande que es una emoción común para tu cuerpo.
Debes admitirlo, es ahora cuando debes entender lo que sucedió. Pudiste levantarte con grandeza, pudiste salir de la situación como una Lady cuando fue el momento, pero lo dejaste pasar y él, que tonto no es, lo aprovecho y te aplasto. Es tu culpa, de nadie más. No de él, no de los hechos, no del trabajo, no de la familia.
Tuya, tuya, tuya, tuya, tuya. Tuya. Simplemente, tuya. Porque pudiste, pudiste salir sin problemas, pero no supiste hacerlo y ahora pagas las consecuencias.
Luchy Franco.
domingo, 27 de marzo de 2011
Tre Metri Sopre Il Cielo
Volar es Sencillo

Ahora entiendo, quizás más me doy cuenta, que jamás me dejaba ir. Siempre estaba deseando poder acariciar tus suaves largos cabellos color miel, mirarte y dejarme perder en ese mar que eran tus ojos; deseaba tenerte en mis brazos y sostenerte hasta el fin de los tiempos. Pero nunca lo supiste, nunca notaste mis intenciones verdaderas y no estoy seguro si debo de agradecer por ello.
Pero ahora los tiempos son distintos. Maduramos, crecimos, cambiamos. No solo nosotros sino que el entorno, aunque algunas cosas permanecen en la rutina. Puede que continué encaprichado contigo, pero ya no es lo mismo. Antes deseaba pedir tu numero de teléfono, hablar contigo y que llegáramos a conocernos lo suficiente para que me llevarás a volar a tu lado. Cambiamos, todo dio un giro. Eres tu quien se viene a sentar a mi lado en estos momentos, eres tu la que me mira cuando mi mente vuela, eres tu la que desea saber mi nombre.
Todo se ha complicado, ¿No es así? Fue duro para mí y ahora lo es para ti; pero no hay nada que pueda hacer, no estamos destinados a estar juntos, solo a dejarnos volar el uno al lado del otro, en un plaza, como si fuéramos amigos de sueños. Amigos de aventuras que, quizás, jamás se cumplirán.
Código: 1011287956712
sábado, 26 de marzo de 2011
viernes, 25 de marzo de 2011
Jolene

jueves, 24 de marzo de 2011
Gretel

Una mujer puede darlo todo con una sonrisa y recuperarlo todo con una lágrima.
Gabrielle Coco Chanel.
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A Gretel siempre le habían gustado los desafíos, buscar las cosas complicadas hasta que se hicieran fáciles y perdieran su encanto. Generalmente, disfrutaba conquistando hombres que le quedarán grandes, y cuando se ajustaban a su medida o inclusa se hacían más pequeños, ella los dejaba.
Gretel había sido, desde que tenía memoria, una mujer despiadada en algunos sentidos, amante de los juegos de azar y enemiga de lo dulce. Gretel, a pesar de ser una mujer muy inteligente, no siempre usaba bien sus dotes. Sus rizos dorados, sus ojos cálidos y su sonrisa de inocente, podrían haber estado destinado a un buen uso y no para jugar con centenares de hombres, y muchas veces, por qué no, con mujeres también.
Pero un día el juego dejo de ser divertido, se dio cuenta de que el camino que había marcado con migas de pan estaba siendo reemplazado por las migas de otra persona. A Gretel dejó de darle gracia toda esa situación y comprendió que su corazón empezaba a ser de algodón.
Las cosas un día cambiaron, el juego desalmado ya no estaba sobre la mesa y frente a Gretel las puertas se abrían. Se olvidó de su juramento, y con una sonrisa fue directo hacía el infierno. En aquél hombre encontró lo que jamás creyó, pues en un pozo cayó al comprender que lo que sintió fue amor.
Al principio Gretel pensó que con él todo sería igual, que el camino lo marcaba solo ella y que el juego estaba todavía en su poder. Pero pasó el tiempo, demasiado tiempo, y finalmente comprendió que le juego término.
Hansel era para ella muchas cosas resueltas en un mismo envase. Algo ingenuo cuando estaban juntos, pero un hombre bondadoso y apasionado en el fondo. Gretel dejó de un día para otro de planear el mundo y perdiéndose en el bosque con su mano tomando la de él, se arriesgo a lo que quizás no podía nunca llegar a ser.
Gretel fue feliz durante un corto periodo, le gustaba lo que él le hacía sentir, le encantaba como Hansel lo daba todo por ella y como con una simple sonrisa él ya se creía resuelto. Fueron largas experiencias en poco tiempo, muchas cosas se arriesgaron más ella de en eso no pensaba. Solo disfrutaba de estar a su lado, de dejarse complacer y de disfrutar de la vida.
Pero a medida de que la relación fue avanzando, a medida que Gretel comenzaba a quedarse ciega como Hansel y donde las semillas en el camino se habían perdido, ella comprendió que no tenían futuro. Tardo, tardo su tiempo en armarse de valor y convencerse de que él debía ser un juego más.
Gretel lloró más veces de las que sonrió, quizás sí se había enamorado, más ella había jurado jamás caer en tal pecado. No podía, no quería. Sabía lo que significaba para ella enamorarse de un hombre, sabía los riesgos que corría, sabía lo que perdía. Y de repente, Hansel no le era suficiente para tantas perdidas.
Un día, escuchando en su mente una voz lejana que la llamaba, Gretel empaco cuando él no espiaba. Le dolía en el alma y su corazón se cuajaba, pero era necesario, él no comprendía el error que estaban pasando.
Mientras se internaba en el bosque, deshecha y desamparada, Gretel intentaba convencerse de que la elección había sido la correcta. Por las mañana ella volvió a sus andadas, pensando que de ese modo Hansel desaparecería de su mente; pero tristemente así no era, y por las noches lloraba desgarrada.
Una sonrisa y diez mil lágrimas, así ella pagaba. Ya no le importaba perderse en su juego, ya no se gastaba en marcar su camino para no dejarse vencer; pues muy dentro de su pecho, ella ya había sido derrotada.
Una noche dejó a su nuevo amante en aquel bar que acostumbraba visitar, abrazando su cuerpo y recordando viejos momentos, Gretel lloró en medio del bosque. En medio del laberinto se encontró, pero no le importó, tampoco pensó en las consecuencias.
A lo lejos distinguió esa casa de colores que sabía que jamás debería entrar, pero la dudo ahora se encontraba dentro de ella y el dolor pensaba más que su cabeza. Extrañaba a Hansel, pero debía admitir que él había sido un juego más como todos los demás. Quizás había dejado que el corazón se saliera de su lugar, pero no podía dejarse caer por un simple hombre que alguna vez fue.
Indecisa y sin saber que rumbo podía tomar, Gretel se sentó en medio del laberinto y su vista fijó en aquella casa malvada. Casi de madrugada su corazón se detuvo cuando se dio cuento de quien era la persona que golpeaba la puerta. Abrió los ojos, y desde lejos disntiguió, que Hansel ciego se volvió. Aunque grito que aquel lugar era la perdición, pareció que nadie la escucho, y cuando corrió hasta allí ya tarde se volvió. La puerta en sus narices se cerro, y Hansel del otro lado se quedo.
Gretel, odiando su mente y dejando morir su corazón, golpeó la puerta de aquella casa de colores brillantes y lloró suplicando por el perdón. Pero para cuando la puerta fue abierta, Gretel se dio cuenta de que Hansel ya no estaba allí adentro, que la bruja ya se había deshecho de la basura.
Miró desde su lugar, arrodillada en el suelo, a aquella mujer que por fuera era tan hermosa como ella y por dentro tan podrida como una manzana vencida. Aunque le suplicó, se arrodillo y se humillo, la bruja ya nada podía hacer. Entonces, la bruja dos opciones le dio:
Podía marcharse y continuar la vida con desdicha, lastimando hombres y jugando a ser zorra. O, bien, podía admitir su error y pagar por este como era debido.
Gretel no sabía que hacer, negar que no le gustaba su juego sería absurdo, ya que antes de Hasel ella disfrutaba y se reía con lo que hacía. Pero después de Hansel, las cosas habían cambiado y ya no reía con la simpleza que antes le causaba el juego. Estaba en un dilema, podría obtener la primera opción y tratar de superar con el tiempo su fracaso con el amor, para volver a sus andadas…
…Pero Gretel de estúpida no tenía nada, sabía que eso no pasaría, que jamás lo superaría. Aunque muchos hombres por su cama pasarían, ninguno igualaría lo que Hansel le hacía sentir cuando en sus brazos la había sostenido.
Y sin mirar a la bruja su decisión tomó. Gretel lloró, pero al mismo tiempo sonrió. Quizás era lo mejor, quizás la bruja le estaría haciendo un favor…
Luchy Franco
Código: 1101108231262
Agudos en Nuestras Voces

Prometimos ser muchas cosas en un futuro. Prometimos amarnos eternamente, pasar noches enteras en vela enredados entre sabanas sudadas. Juramos y planeamos un futuro juntos, donde todo sería perfecto y nada en el mundo lo destruiría.
miércoles, 23 de marzo de 2011
Hansel

Hansel
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Cuando un ciego llora, ¡Dios mío!, tu sabes que lo siente desde el fondo de su alma.
Deep Purple
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Un hombre es ciego de muchas formas; ciego en bondad, en maldad, en esperanza, en entereza.
Un hombre es despistado en muchas formas, por eso suelen dejar siempre un camino de semillas. A veces marcan distintos caminos; algunos del alma, otros del amor, otros de la codicia y la lujuria.
Un hombre es demasiadas cosas envasadas en un mismo producto. Un conjunto de imperfecciones que buscan llegar a lo perfecto.
Hansel siempre se había considerado de esa forma, un conjunto de fallas que frente a los ojos de otra persona era totalmente genial. Se enorgullecía de eso, de su engaño ingenuo. No lo hacía apropósito, ni mucho menos, él simplemente mostraba lo que quería cuando le convenía y ella, cayendo en la red, veía lo que le mostraban sin revisar en el pasado.
Diariamente, él solía recordar como su vida había cambiado de rumbo al conocerla a ella y se había adentrado al bosque oscuro sin sus semillas. Se había arriesgado a perderse, a caer en la puerta equivocada y jamás poder hallar lo que tanto deseaba. Pero las cosas, para su suerte, habían salido bien y no se había perdido.
Un hombre puede ser demasiado inseguro en su camino, solo sí se le da motivos para ello. Hansel no los tenía, para nada. Como vulgarmente se diría, él había tenido la vida fácil, no había excusas para que sintiera miedo al arriesgarse a lo desconocido.
Así lo hizo, Hansel encontró a Gretel en ese bosque sin salida. Por un tiempo, todo fue genial. Empezaron como fieles amigos y terminaron como amantes en la cama. Tenían su ritmo, su camino, su tiempo. Eran tal para cual, almas gemelas, medias naranjas...
Pero no iba a funcionar mucho más y ella se dio cuenta de eso mucho antes que Hansel. Él se volvió un hombre ciego cuando estaba a su lado, un hombre que podía caminar por la cuerda floja con los ojos cerrados siempre y cuando ella caminará a su lado. Pero las cosas no debían funcionar de esa forma, las relaciones debían ser de a dos y no de una sola persona.
Una mañana él sólo se dio cuenta que había sido un error salir de casa sin semillas; para ese momento, ya era demasiado tarde. Estaba perdido, desamparado en un bosque desierto y muerto. Los cantos de los pájaros se convirtieron en llamados de los cuervos y los altos árboles en madera vieja.
Hansel la esperó mucho tiempo, lloró su partida y deseo que regresará. La necesitaba, sin ella no era nada. Pero no sabía como buscarla, no tenía una guía que marcará su camino.
Un hombre ciego y llorando, es una historia triste. Hansel se pasaba los días tirando en el suelo, llorando y borracho. Nadie lo ayudaba, nadie lo encontraba. El bosque pronto se convirtió en un laberinto sin salida, y sí se tomaba la dirección equivocada no se llegaría a nada bueno.
El mundo había perdido su color y su pasión, Hansel estaba ciego y ya no era de amor. El dolor le quitaba los sentidos, la decepción su fuerza y el abandono el alma. Para él, el final había llegado demasiado rápido ¿Debía rendirse? No, por supuesto que no.
Ciego, con el corazón en una mano y las semillas en el otro, Hansel corrió y la busco por todos lados. Grito su nombre y lo lloró, incluso siendo ateo le pidió a Dios un deseo; pero nada sucedió.
Desde lejos las semillas habían sido comidas por los cuervos; pero eso no importaba desde que él era ciego y no podía verlas. Quizás lo había hecho por costumbre o, quizás, para que ella lo encontrará a él. Y cuanto más esperó, a su destino final llego.
Una casa de colores en medio de un bosque muerto no podía ser una buena señal, Hansel al no distinguir los colores no lo supo. Entró y pidió socorro por su vida, pidió que se la devolvieran en cuanto se pudiera.
Pero las brujas siempre fueron como en los cuentos: celosas, malvadas y vengadoras. Una mujer despreciable, sin un apise de corazón, era quien habitaba esa mansión.
Tarde fue cuando comprendió que en vano había esperado junto a la puerta, que muy tonto había sido al creer que lo habían abandonado en la cama... Muy tarde, demasiado, fue cuando comprendió que jamás lo habían querido dejar, sino que la habían obligado plantarlo.
Un hombre ciego, sobre todas las cosas es ingenuo, es bueno y bondadoso, pero quizás en exceso.
Un hombre como Hansel, siempre es sincero y muestra sus sentimientos. Un hombre así no comprende como los demás no compartan esas cualidades.
Un hombre ciego y enamorado, es un hombre que lo pierde todo sin notarlo.
Luchy Franco.
Código: 1012218109467
lunes, 21 de marzo de 2011
Desilusión

Cuando piensas que todo es complicado, cuando las cosas ya no pueden ser peores... Claramente, empeoran.
domingo, 9 de enero de 2011
Mundos

Para Sebastian era complicado quedarse un día sin hacer nada, los médicos le habían regalado un día libre. Un día sin médicos, sin medicinas, sin actividades. Un día de libertad. Quizás, para una persona menos activa, la idea le habría fascinado; pero Sebastian no tenía ningún deseo de quedarse tirado en la cama boca arriba admirando las grietas del techo.