martes, 13 de diciembre de 2011

TE VAS


¿Cuando es que la línea entre el dolor y el orgullo se rompe? ¿Cuando es realmente que no damos cuenta que el corazón se partió? ¿Por qué duele? ¿O por qué ya no sentís?

Cuando las noches se convierten en días, cuando las lágrimas en océano y los cristales del corazón en vidrios viejos... Quizá, sea ese el momento de replantear. Pero no es necesario tardar, pues al darse vuelta quizá esa persona ya no este.

Y esa persona eres tu, amor mío. Porque sé que te irás, que ésto no lo soportarás más. Es lógico, es normal... Pero, lo que no es normal, es lo que yo siento por vos, esa conexión que nos une y que nos mantuvo unidos todo este tiempo. Esa conexión que hace que quiera pasar el resto de mi vida contigo y no separarme jamás.

Pero los cuentos de hadas descubrí que no existen, y que de apoco nuestro amor se va consumiendo, se va yendo y vos con él.

Lo que menos quiero en la vida es perderte, pero te estas yendo y siento que jamás volveré a verte. Y el dolor se hace intenso, y duele.

Igual, antes que te vayas, solo quiero que recuerdes que seré siempre algo especial en ti. No mejor que las demás, sino diferente y creo haber causado algo en ti, una marca por la que siempre me recuerdes. Porque ese es mi deseo, que si no puedo tenerte que al menos éste presente en tu mente.

Porque fuimos felices en su momento, y estoy segura que de ser por mi a tu lado siempre lo seré. Pero tu no sientes lo mismo, y obligarte no puedo. Luche por ti con uñas y dientes, vendí mi alma al diablo y trabaje a sus pies; pero eso no fue suficiente y no puedo retenerte.

Y sé que te irás, que dejarás de amarme y que yo jamás lo haré. Que lloraré por este amor toda la vida y que mi corazón tuyo por siempre será.

Te amo, pero te vas...