martes, 10 de noviembre de 2009

Rosas


A veces, la única forma de no sufrir demasiado, es mediante la locura de uno...

Ayer te vi, ¿Puedes creerlo? Es extraño estaba sentada frente a la ventana y te vi llegar con un ramo de flores marchitas. Se que te estas riendo de mí en estos momentos, pero yo sé lo que digo. Estabas mojado por la tormenta y en tu rostro se mezclaba la agonía con la euforia

¿Qué contradictorio verdad? Pero eso es lo que transmitías.

Me entro curiosidad, así que salí. O eso intente, ya que me perdí en el camino. Grité tu nombre, pero sólo risas escuche como respuesta.

Cuando encontré la puerta ya no estabas, ni las rosas. Me deje caer en el porche y con el paso del tiempo mis ojos se fueron cerrando. No me moví, quizás volverías.

Al final me quede dormida, y me desperté hace unas horas. No estoy segura de cuanto dormí ni de como entre de nuevo a mi casa. Lo que sé es que junto a mí estaban tus rosas marchitas.

Luchy Franco.

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