viernes, 13 de abril de 2012

Una lágrima

Lágrima.

De lejos se veía la pequeña gota de agua salada rodar luminosa por su mejilla. No era una sola, pero sólo una era la que realmente contenía todos los sentimientos.

Lágrima, una sola lágrima tenía verdadera importancia.

El tiempo tiene la costumbre de cambiar lo que alguna vez fue perfecto, deteriora lo que se creía inmortal. Es, sencillamente, el enemigo del ser, el gran diablo omnipresente del mundo.

Lágrima, solo una lágrima y el mundo veía como su alma se desgranaba por dentro. Solo una lágrima.

De lejos, nadie lo comprendía. De cerca, el dolor era algo que iba avanzando lentamente hasta apoderarse del centro de tu cuerpo y presionando allí con fuerza para que doliera.

Una verdadera lágrima de dolor, y toda la lucha interior se quema en las llamas de la agonía y se arrodilla ante la derrota.

Solo una lágrima necesito...

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